Además, este día recordamos la muerte del líder nacional y espiritual de la India, Mahatma Gandhi, que fue asesinado a tiros por un fanático hinduista el 30 de enero de 1948.
Mario Benedetti
(Recitado por Elsa Cáceres, Zaida Nogales y María José Heredia)
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén,
no dejar que les maten el amor,
recuperar el habla y la utopía,
ser jóvenes sin prisa y con memoria,
situarse en una historia que es la suya,
no convertirse en viejos prematuros.
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos,
descubrir las raíces del horror,
inventar paz así sea a ponchazos,
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar.
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios,
tanto si existe como si no existe,
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno,
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.
EL TERROR PREVENTIVO
Alfonso Costafreda
(Recitado por Iván Andrés Tito Jara)
(Recitado por Iván Andrés Tito Jara)
Dieron al fuego virulencia,
calcinaron los bosques y los ríos.
En nombre de la Justicia
injustos testimonios levantaron,
y otros y otros crímenes
que sería prolijo enumerar,
y otro delito cometieron
más refinado y atroz.
Hincaron en el pecho humano
el estandarte del terror.
Que el miedo del abismo fuera
peor que propio abismo.
Sacerdotes de un culto nuevo
-y cuán antiguo-
el terror preventivo reinventaron
principio y cruz de toda sumisión.
Nicolás Guillén
(Recitado por Edith Blánquez, Mª Cruz Rodríguez, José Antonio Pérez, Begoña Moreno, Mª Ángeles Navarro, Ginés Ibarra y Míriam Sáez)
Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
Los negros, su manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel...
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés...
—¡Cierra la muralla!
Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla...
Alcemos una muralla
juntando todas las manos;
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte...